Con el trofeo de la Copa MX, que se disputó el miércoles pasado ante Morelia, por delante, Chivas festejó con su afición de la Ciudad de México la obtención del título.

Una absoluta locura fue la que se vivió en el hotel de concentración del equipo rojiblanco. Cerca de mil personas, que esperaban a sus ídolos desde las 17:00 horas, explotaron en júbilo cuando el camión que transportaba al equipo llegó al lugar.

Pero el momento cúspide fue cuando, encabezados por Matías Almeyda y Alan Pulido, el plantel del Rebaño descendió del bus y levantó el trofeo, mientras la afición nunca dejó de gritar, brincar y festejar el título.

Jóvenes, viejos, niños, niñas, señoras y señores, todos a una sola voz, con el corazón hinchado por sus Chivas, dejaron los pulmones en cada vitoreo.

Poco a poco, tanto jugadores como cuerpo técnico fueron tomando el ascensor rumbo a sus habitaciones, aunque el carnaval siguió y siguió.

Incluso, el propio Almeyda se dio tiempo de arengar a los seguidores que le pedían el saludo del pastor argentino.

Así, con Copa, carnaval y la moral por las nubes, Chivas buscará la Liguilla este sábado, ante un Cruz Azul que vive una realidad muy distinta a la del Rebaño Sagrado.





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