El buen ambiente por fin regresó al Redil. La victoria ante Atlas la cual le dio el boleto a las semifinales, liberó presión en Chivas, pues las risas, bromas y la apertura con sus aficionados y medios de comunicación fueron la primera señal de que reinaba la paz.

Desde que el Rebaño salió a las canchas se observó en los ojos de Almeyda que la ilusión es más grande que la presión con la que arrancó está Liguilla.


En punto de las 11 de la mañana, Chivas comenzó con una práctica regenerativa en las profundidades de Verde Valle, algo que impidió observar claramente lo que realizaron.


Quince minutos después de que comenzó el entrenamiento, ingresaron los casi 200 seguidores rojiblancos que se dieron cita para demostrarle su apoyo a los tapatíos.

Mientras los jugadores del “Pelado” realizaban estiramientos y un trote ligero alrededor del campo, los aficionados aplaudieron y comenzaron con el ¡Dale, dale Rebaño! apoyo que agradecieron los jugadores levantando las manos señal que agitó la alegría de los rojiblancos.

En otro lado del campo los suplentes disputaron un duelo interescuadras en el cual cada gol fue coreado por el centenar de personas tapatías.

Cuando el primer equipo terminó con sus ejercicios caminadores rumbo a las duchas y en el transcurso los seguidores les gritaban para obtener un autógrafo, pero nadie les hizo caso hasta que Oswaldo Alanís se acercó y atendió por 15 minutos a los que más pudo.

Otra señal de que la presión culminó fue el buen humor que mostró Carlos Salcido en la conferencia de prensa, pues bromeó con cada uno de los reporteros que le cuestionaron sobre el duelo del próximo jueves ante Toluca.





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