En el pasado, solía decirse que cuando las Chivas andaban bien, la Selección mexicana estaba bien.

Más allá de la veracidad o no de esa reflexión, lo que es un hecho que el Tricolor no siempre le ha correspondido al Guadalajara con esa misma devoción que la frase evoca.

Incluso, más de alguna ocasión el Tricolor ha sido tóxico para el Rebaño, pues en mayor o menor medida le ha impedido alcanzar algunos logros o por lo menos disputar en igualdad de circunstancias que su rival alguna instancia importante o definitiva.

Durante la época del Campeonísimo, más allá de que no siempre fue Chivas la base del Tri, los llamados de aquellos rojiblancos nunca fueron impedimento para que el Guadalajara pintara de dorado su época más brillante en el futbol nacional. Por supuesto, eran otros tiempos y otra forma de competir a nivel internacional.

Durante la década de los setenta, Chivas vivió una de sus épocas más oscuras donde incluso coqueteó con el descenso, por lo que muy pocos eran los jugadores rojiblancos que acudían a la Selección mexicana.

Ya en los ochenta, con aquella generación cuya alineación la gente recitaba de memoria (“Zully”, “Pelón”, Madero, Quirarte, Lugo, etc.), los llamados al equipo nacional tampoco eran una constante, en parte porque, durante muchos años de esa década, el Tricolor estuvo bajo el mando de Bora Milutinovic, quien siempre tuvo preferencia por los jugadores surgidos de Pumas para integrar la escuadra azteca.

Vinieron después las Súper Chivas de Salvador Martínez Garza, que no lograron despuntar del todo ni ser protagonistas de Liguillas de manera constante, hasta que en 1997 llegó el décimo título con varios seleccionados nacionales en las filas del Rebaño. En aquellos años, el Tri, que se preparaba para el Mundial de Francia 1998, tampoco fue motivo para evitar que el Guadalajara alcanzara otro título al corto plazo.

Fue hasta el inicio del nuevo milenio cuando Chivas logró tener buenos equipos con elementos codiciados por los técnicos del Tricolor. Para el Mundial de 2002 no hubo grandes sangrías para Chivas, que además vivía épocas difíciles por el declive de la Promotora Deportiva Guadalajara.

Sin embargo, a partir de ese proceso mundialista, vinieron dos que fueron una pesadilla para el Guadalajara: los de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, donde esa mala costumbre de quitarle a los equipos a sus seleccionados para una supuesta mejor preparación de cara a la Copa del Mundo —situación que nunca marcó diferencia en la colocación final del Tri—, dejó a varios equipos desmantelados, entre ellos el Guadalajara.

Aquí, el recuento de algunas de esas historias de frustración.





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