Desde su arribo al equipo rojiblanco, Veljko Paunovic ha sido objeto de intensos debates debido a las decisiones tácticas que ha implementado, suscitando una serie de desacuerdos entre los seguidores del equipo. Sin embargo, una de las determinaciones que más contrariedades generaba entre los chivahermanos fue también adoptada por el nuevo estratega argentino; sin embargo, éste le dio un enfoque diferente y distintivo bajo su conducción.



Una de las decisiones que generó descontento entre la afición fue la tendencia de Paunovic a buscar constantemente innovaciones tácticas para sorprender al rival. Esta estrategia se reflejaba en sus frecuentes cambios en la alineación, lo que resultaba en una falta de continuidad en el juego del equipo.

Sin embargo, esta constante rotación de jugadores también conllevaba el riesgo de desplazarlos a posiciones poco familiares para ellos. Erick Gutiérrez fue uno de los afectados por este tipo de cambios, ya que al ser ubicado fuera de su posición natural, le resultó difícil demostrar su valía desde su llegada al club.

En contraste, la llegada del estratega argentino al equipo rojiblanco marcó un cambio significativo en esta dinámica. Aunque mantuvo la misma estrategia de trabajo, el cambio fue palpable en la capacidad de Gutiérrez para ajustarse al nuevo plan de juego presentado por el argentino. Desde entonces, el jugador se ha erigido como una pieza fundamental en el mediocampo del equipo durante el transcurso del torneo.



Incluso, en diversas entrevistas, el centrocampista Erick Gutiérrez compartió que tuvo dificultades para adaptarse al ritmo de la liga al llegar al equipo, principalmente debido a la ausencia de una pretemporada. Este hecho tuvo repercusiones tanto físicas como mentales, afectando su integración y entendimiento con sus compañeros.





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