CIUDAD DE MÉXICO -- La ejecución de un penalti ‘a lo Panenka’ no corresponde a un acto de rebeldía, si no de diversión.

El 20 junio de 1976 en la Final de la Eurocopa entre Checoslovaquia y Alemania Federal, alguien se atrevió a hacer algo inesperado, insólito.

El partido terminó empatado 2-2 y fue necesario definir al campeón en la tanda de penaltis, en la que los ocho primeros tiradores acertaron, hasta que el alemán Hoeness erró su disparo.

Tal como lo había solicitado, Antonio Panenka ejecutó el quinto tiro de su selección, y lo hizo de una manera que dejó al mundo con la boca abierta: cuando se esperaba que reventara el balón y la portería en pedazos, le dio apenas una caricia a la pelota, que con cadencia viajó para ingresar por el centro del arco, mientras el histórico Sepp Maier se vencía a uno de sus costados.

El singular cobro fue bautizado con el apellido de su creador, que a la vez recibió el sobrenombre de ‘poeta del futbol’.

Hoy en día cada que un futbolista cobra una pena máxima con una ‘vaselina’ le rinde tributo a aquel checo que desafió a la tradición, y se dice que el cobro es ejecutado ‘a lo Panenka’.

En México el paraguayo Cecilio Domínguez desencadenó un debate colectivo al cobrar ‘a lo Panenka’ un penalti ante los Pumas el sábado pasado, sobre todo porque su compañero Silvio Romero erró uno en el mismo partido y con el mismo sello.

La ‘irreverencia’ del guaraní se dio a 10 minutos del final cuando el encuentro estaba empatado 1-1. Pese a la advertencia del portero universitario Alfredo Saldívar, quien le dijo a Cecilio que estaba al tanto de su estilo al ejecutar, el americanista no se traicionó, apostó y ganó.

Los supuestos, supuestos son, por ende resulta estéril debatir sobre lo que pudo suceder si el guaraní fallaba su cobro. Dicen que el ‘hubiera’ no se conjuga, así que atendiendo al origen de los cobros ‘a lo Panenka’, lo de Domínguez responde a un acto de diversión y no de rebeldía. En todo caso, Cecilio es un ‘irresponsable’ maravilloso.

CUADRO DE HONOR

Monterrey Poderoso

Antonio Mohamed cuenta con uno de los planteles más poderosos del futbol mexicano, quizá solo por debajo de Tigres, con lo que las obligaciones de este equipo son mayúsculas. Debe ganar y atender las formas. La semana pasada frente a Veracruz su accionar fue discreto y se impuso en la agonía de la contienda, lo que le valió abucheos a Rayados y principalmente a su entrenador. Sin embargo, el viernes pasado frente a Tijuana, con un Avilés Hurtado en plenitud, Monterrey brindó una actuación redonda en la que reflejó de principio a fin su superioridad, con un accionar adecuado, adaptándose a la cancha y demostrando la pegada de su poderosa ofensiva. El reto de los dirigidos por el ‘Turco’ será no caer en la irregularidad característica del torneo, pues tiene materia prima para lucir en cada jornada.

REPROBADO

Tijuana Extraviado

Eduardo Coudet vive su primera experiencia como director técnico fuera de su país y ésta no pudo empezar de peor manera. Tres derrotas en fila, dos de ellas en casa y sin marcar un solo gol. El propio ‘Chacho’, en un ejercicio de autocrítica declaró que no le gusta “nada” el funcionamiento de Tijuana. La realidad es que le está costando renovarse a Xolos, las bajas, sobre todo de Avilés Hurtado, Milton Caraglio y Guido Rodríguez, además de Miguel Herrera en la dirección técnica, significaron un duro golpe del que no se ha repuesto, pues los que llegaron están en plena etapa de adaptación. Coudet es un entrenador joven pero con muy buen cartel en su país, los equipos que ha dirigido se caracterizan por apostar a un buen funcionamiento y buscan el camino de la victoria atendiendo las formas y el espectáculo. De eso, nada hasta ahora y la presión irá en aumento en la medida que no sume puntos.





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