Guadalajara vive hoy un momento de ensueño. Son campeones de Liga y Copa, con una gran cantidad de jugadores aportados a selecciones nacionales, además de haber encontrado una identidad futbolística de la mano de Matías Almeyda, ya que hoy en día, Chivas es un equipo perfectamente reconocible en cualquier cancha donde se pare, con el mismo estilo ofensivo y propositivo.

El Rebaño funciona como un colectivo perfectamente definido y que encuentra en sus sociedades a su principal fortaleza. Sin embargo, como en todo equipo, el talento individual suele marcar la diferencia en momentos importantes, y en el caso de los rojiblancos, han encontrado a su conductor, mismo que en más de un partido los ha guiado por el camino correcto.

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Hoy, Rodolfo Pizarro es el cerebro del campeón. El futbolista determinante y de las decisiones más sensatas con la pelota en las piernas. Anota, asiste, jala marcas, maneja los tiempos. Prácticamente todo lo hace bien el camiseta 20 tapatío.

En lo que va del torneo, Pizarro ha sido clave para la suma de los puntos que Guadalajara ha conseguido. Desde su regreso de la Copa Oro con la Selección Mexicana, Rodolfo ha sido titular indiscutible en los dos partidos de Liga donde fue convocado; en el primero marcó un gol de gran manufactura en el estadio Azul, mientras que el pasado fin de semana se apuntó una asistencia y otro tanto con un tiro de media distancia.





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