Chivas se encuentra en una crisis desde hace muchos, muchos meses. Esto no es para nada un secreto y hasta los aficionados más optimistas lo admiten, pues los resultados están lejísimos de ser los esperados en la cancha y en lo administrativo. Ahora, la crisis parece seguir, y si quitamos el bálsamo que significó el título de Concacaf, los números son terribles para un equipo como el Guadalajara.



Desde que el Rebaño fuera campeón hace dos torneos, solamente se han podido ganar 7 partidos en la Liga MX. 7 partidos de 36 posibles, de los cuales sólo uno ha sido en el Estadio Akron, la antiguamente llamada Fortaleza del Chiverío, que más que una fortaleza parece tener las puertas abiertas para los visitantes.



Esto se debe en gran medida a la salida de varios jugadores importantes, lo cual se vio reflejado desde José Juan Gallito Vázquez, situación que se acentuó con la salida de Rodolfo Pizarro, quien era el jugador que marcaba diferencia al ataque.

Por lo tanto, ahora sólo queda esperar que los resultados acompañen al equipo ahora dirigido por José Saturnino Cardozo, pues bien ya no hay descenso, la historia de grandeza de Chivas, y que encima fue campeón hace tan sólo un año, no puede permitirse permanecer tantos torneos consecutivos en el fondo de la tabla.






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