Hay quienes dicen que la vida es una montaña rusa y nadie mejor para ejemplificarlo que Chivas, que un día como hoy celebraba una victoria en penaltis sobre Toronto (4-2) que implicaba el título de la Liga de Campeones de Concacaf y el asegurar su presencia en el Mundial de Clubes de la FIFA.



Esa noche, había preparada una fiesta que detonaría con el inicio del partido a las 20:30, momento en que se daría el silbatazo en el Estadio Akron. Parecía que el Guadalajara viviría una noche tranquila después del 1-0 que marcó Orbelín Pineda, sin embargo, la historia sería un poco más dramática.

Al 24’, los niveles de nervios aumentaron con el empate de Jozy Altidore. En la agonía del primer tiempo, Giovinco venció a Cota e hizo que la afición de Chivas contemplara el fracaso como una posibilidad esa noche.



Un segundo trepidante y con opciones en ambas porterías no fue suficiente para mover el marcador y la única salida para conocer al vencedor en el global fueron los tiros de penalti.

Ese 4-2 desde los once pasos era, sin saberlo, la única sonrisa que Chivas tendría en mucho tiempo.

Respaldado por Jorge Vergara, Matías Almeyda se había convertido poco a poco en un mánager deportivo de Chivas, sin embargo, eso cambió desde inicios de 2018. En un principio, la directiva reconoció que traería a alguien como ayudante del Pelado, pues a él se le complicaba ver temas extra cancha, además de sus labores como estratega.

El problema recrudeció con el caso de Oswaldo Alanís quien no renovó contrato, circunstancia que incluso lo tuvo al margen del plantel. Pese a que Almeyda dejó claro muchas veces que no necesitaba un jefe, sino un ayudante, al grado de que mostró públicamente su idea de que se tratara de Benjamín Galindo, la cúpula rojiblanca ejecutó de manera distinta.



El 15 de marzo, Francisco Gabriel de Anda fue presentado como director deportivo. En la presentación aparecieron Jorge y Amaury Vergara, José Luis Higuera y un desencajado Matías Almeyda.

El exjugador duró tres meses en el puesto y se fue poco después de que Almeyda diera una conferencia para anunciar que dejaba al equipo rojiblanco.

DEUDAS CON EL PLANTEL, EL CALVARIO PREVIO

Unos días antes del partido definitivo, Rubén Rodríguez, colaborador de RÉCORD, dio a conocer que la directiva tenía adeudos de premios con el plantel, se trataba de los bonos por el doblete de Copa y Liga que se logró.

Los jugadores se valieron de las redes sociales para expresar su inconformidad en redes sociales bajo el lema: "Vamos por otro título. Afición y jugadores estemos juntos #DirectivaCumpleTuParte”.

El reclamo tomó más fuerza cuando, 24 horas antes de la Vuelta contra Toronto, el plantel entrenó con playeras que lucían dicha leyenda.



De hecho, según informó David Medrano, el problema de pagos también causó una acalorada discusión entre Amaury y Almeyda, quienes estuvieron cerca de llegar a los golpes previo al partido de Ida en Toronto.

EL PLANTEL SE DESARMA

Del equipo con el que Almeyda fue Campeón en el Clausura 2017 poco a poco salieron piezas importantes, pero todo detonó cuando Chivas no pudo llegar a un arreglo con Grupo Pachuca para la venta de Rodolfo Cota, así como la sorpresiva salida de Rodolfo Pizarro a los Rayados.

El propio Pizarro se quejó ante los medios de que la directiva sólo le notificó que ahora jugaría para Monterrey. Además de la salida de su generador de juego, el Guadalajara ya se había desprendido de José Juan Vázquez y Oswaldo Alanís, piezas claves del mediocampo y la defensa, respectivamente.



LA PORCENTUAL VUELVE A SER UN DOLOR DE CABEZA

Después de la polémica salida de Almeyda, el Rebaño optó por José Cardozo, quien no logró sacar al equipo de torneos desastrosos en la Liga MX; Chivas siguió sumando torneos sin entrar a Liguilla. Peor aún, sus pobres cosechas de puntos los llevaban a ver la parte baja de la porcentual más de cerca.

18 puntos en el Apertura 2017;15 en el Clausura 2018; 20 en el Apertura 2018; 15 unidades a dos jornadas del fin del Clausura 2019 son los números que tienen al Rebaño como antepenúltimo de la tabla de porcentajes para el siguiente ciclo futbolístico.

La situación también ha llevado a constantes cambios de técnico; primero con Cardozo y una actuación para el olvido en el Mundial de Clubes, un paso fugaz de Alberto Coyote y una misión casi imposible de cuatro partidos con Tomás Boy.

A un año de la alegría del título de Concacaf hay más motivos de tristeza para la afición rojiblanca que pistas para un futuro de éxito.







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