El domingo escuché a mi maestro David Medrano en Marcaje Personal que ni las poderosísimas Chivalácticas se salvan del golpe económico que significa la contingencia del nuevo coronavirus, pues destapó que Amaury Vergara ya le pidió a su amigo Santiago Tinajero de Necaxa, una prórroga para poder pagarle la deuda que tiene por los recientes fichajes de Cristian Calderón, Alexis Peña y Jesús Angulo. Así como lo leen.

Si la falta de ingresos obligó al mandamás del Rebaño a pedir un plazo más holgado para saldar en ‘abonos chiquitos’ la sonada llegada de fichajes en la Era Peláez, pues me pregunté qué pasará ahora con los refuerzos que estaban planeando para el siguiente torneo.

Encontré respuesta sencilla y lógica. De entrada, el diseño deportivo del próximo torneo no para y ya hay pensados algunos movimientos, uno de los principales es buscar la salida de un jugador que pudo ser figura, pero ya perdió la titularidad y aún tiene cartel para buscar colocarlo con algún rendimiento bueno: Raúl Gudiño. Que lleguen ofertas atractivas se ha vuelto una incertidumbre, pero que Chivas lo pondrá en la vitrina para ver quién se anima, denlo por hecho.

Si logran ésta o cualquier otra venta, me contaron que el Rebaño buscará para la media cancha un volante creativo, y para la delantera, sólo si se concreta la salida de mi compadre J.J. Macías se buscará refuerzo. La defensa es la única línea que no ven cómo se modifique.

Hay que recordar también que Chivas tiene regados jugadores a préstamo por casi todo el país, así que el diseño deportivo los puede contemplar también para trueque en caso de que necesiten al final alguna otra posición.





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