En Tigres con todo el ruido que se ha hecho por la salida de Miguel Garza, se han reparado poco en otros cambios, pero hoy te cuento a quién quieren sacar sí o sí del plantel por su alto sueldo y bajo rendimiento.



Resulta que casi lo habían mandado lejos, lejos, pero se cebó de último minuto, al Titán Salcedo, la que fue una de sus ‘bombas’ apenas hace un año, fichado desde la Bundesliga. Antes de que existiera la posibilidad de regresarlo a Europa, al Olympique, vía negociación de Gignac, que ahora hace más ‘recomendaciones de fichajes’ que goles, estuvo a nada de otro mexicano.



La novia que le salió al Titán fue ni más ni menos que Chivas, donde jugó de 2015 a 2016, hasta que Higuera le hizo la vida imposible y le cobró con un porcentaje de su carta la posibilidad de que fichara con la Fiorentina. Ahora, el Rebaño no puso en la mesa lana para comprarlo, sino a un jugador relevante para Tigres: al Chicote Calderón. Parecía un buen cambio, en especial para Cristian, con la oportunidad de mostrarse en un equipo que sí lo necesita, luego de que se ha apagado en la Perla tras ser uno de los mejores jugadores de la Liga MX con Necaxa.

Pero, como canta mi compadre Emanuel, “todo se derrumbó”. En cuanto Tigres y Chivas estaban arreglados en el cambio, el Guadalajara se percató del sueldo del Titán, ¡tres millones de dólares al año! Sigue ganando como en Europa. Bueno, más, un salario que los felinos del norte se pueden dar el lujo, pero no el Rebaño. Así que inmediatamente volvió la llamada a San Nicolás: “Pues gracias, pero mejor no, gracias”.





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