Chivas de Guadalajara se quedó con el boleto a las semifinales del Torneo Guard1anes de la Liga MX 2020. Pero no solo eso, sino que, además, lo hizo ganando los dos partidos correspondientes a los cuartos de final de la Liguilla, y se tomó revancha del 1 a 0 en contra en la fase regular.



Con Chicote Calderón como principal figura por los tres golazos, uno en el Estadio Akron y otro en el Estadio Azteca, el Rebaño Sagrado volvió a vencer en un Clásico Nacional en dos ocasiones consecutivas después de ocho años y desató la euforia de toda la afición.

Pero tal superioridad que se vio reflejada en el resultado global por 3 a 1 a favor del equipo de Víctor Manuel Vucetich, tuvo un capítulo aparte en el duelo que se jugó el último sábado por la noche en el Coloso de Santa Úrsula.



Los protagonistas del hecho fueron Miguel Ángel Ponce Briseño por el lado de las Chivas de Guadalajara y Sergio Díaz Velázquez por el lado de las Águilas de América. El asunto se originó con una jugada en la que el delantero paraguayo simuló recibir una infracción del lateral rojiblanco en búsqueda de un penal que pudiera sancionar el árbitro del encuentro Jorge Pérez Durán.





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