Duele decirlo, pero Chivas vive una de sus etapas más tristes en el Clausura 2025. El equipo no levanta, los resultados no acompañan y cada jornada parece alejar más al Rebaño de la Liguilla. Sin embargo, en medio de tanta oscuridad, hay una luz que sigue brillando: Mateo “Tiloncito” Chávez, el único jugador que ha logrado ganarse el respeto de la afición por su entrega, regularidad y coraje en la cancha.

A sus 20 años, este canterano ha demostrado que no le pesa la camiseta, al contrario, la defiende como si fuera un veterano. Partido tras partido, ha sido de los pocos que no baja los brazos, que corre, que mete la pierna, que sube y baja con la misma intensidad.

Mientras otros se esconden, Tiloncito pide la pelota, encara, y se parte el alma en cada jugada. Eso, para nosotros los chivahermanos, vale mucho más que cualquier estadística.

Aunque Chivas atraviesa una de sus crisis más fuertes, con múltiples cambios en la banca y sin un once definido, Mateo ha sido de los pocos que mantiene el nivel y la actitud, incluso en los peores partidos. No lo decimos solo nosotros: en redes sociales, los elogios llueven para el juvenil, que ha sido uno de los más constantes en una plantilla que no ha estado a la altura de la historia del club.

En un equipo donde abundan los errores y escasea el carácter, Mateo Chávez se ha ganado el derecho de ser titular con méritos propios. Ojalá que el resto del plantel lo tome como ejemplo, porque si todos jugaran con la misma entrega, seguramente estaríamos hablando de otra historia. Hoy por hoy, Tiloncito no solo se salva… se convierte en la esperanza del futuro rojiblanco.

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